Los porteños eligen sidra en los bares

Reseña y enlace de la nota publicada por Diario BAE

 La sidra se impone como tendencia en los bares porteños

Paula Boente
Con Londres como principal centro de la tendencia, la sidra fue escalando posiciones en los últimos años como bebida alternativa para un público cada vez más joven. Buenos Aires busca subirse a esta movida efervescente y el país ocupa ya el quinto puesto a nivel mundial entre los que más litros consumen anualmente.

Lanzamiento de nuevos productos y bares que ofrecen sidra tirada son algunas de las iniciativas que buscan desestacionalizar una costumbre tradicionalmente asociada a las fiestas de fin de año.

Hace algunos meses, CCU Argentina (propietaria y productora de las marca de cervezas Schneider, Imperial, Bieckert y comercializadora Heineken) lanzó Apple Storm cider, una sidra con sabor europeo, que tiene mayor graduación alcohólica y es más seca, menos dulce que la que está acostumbrada el paladar local. El grupo adquirió en 2010 las operaciones de la empresa Sáenz Briones y con ella sus productos Sidra Real y la marca artesanal y más antigua del mercado, Sáenz Briones 1888.

Buscando una renovación del mercado, se empezó a ofrecer la Sidra Real –una de las más difundidas a nivel local– en nuevos envases para consumo personal y se cambió el corcho por una tapa corona.

Bares como Único, en una de las esquinas más concurridas de Palermo, o Milion cuentan con sidra tirada entre sus propuestas. Esta versión renovada de la bebida dulzona ya no se sirve en la copita de las abuelas sino en los vasos de pinta o media pinta en los que se ofrece habitualmente la cerveza.

Clásicos como El Federal, en San Telmo, o el Bar de Cao, en San Cristóbal, ofrecen variantes artesanales. Se vende tirada y es ideal para acompañar alguna picada.

Si la compra de Sidra Real por parte de CCU Argentina vino a agitar el mercado, impulsando aún más las expectativas de crecimiento del producto, el avance firme de marcas artesanales gourmet que supieron posicionarse también revitalizó el consumo. La sidra Los Amaya, lanzada hace seis años, se destaca en ese rubro.

“Se está creando una moda, que es una moda que viene importada de Europa. Nuestro objetivo es reposicionar a la sidra en el sitial de honor que debe ocupar, ya que es una de las bebidas más antiguas y nobles, cuyo origen es el pueblo celta”, explican desde la empresa, que tiene un crecimiento promedio anual del 30% y exporta a países limítrofes. La marca busca posicionarse en la categoría espumantes de calidad, que pueden acompañar un brindis festivo o maridar con comidas como pescados, carnes porcinas o quesos.

El ímpetu que llega del Viejo Continente, donde el público se vuelca incluso a propuestas más sofisticadas como la sidra de pera y frutas, promete multiplicar el número de fanáticos locales de esta bebida que está en su mejor momento.