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Patrimonio
Una inundación pone en riesgo 20.000 libros y mapas en una librería anticuaria porteña
El sótano de Helena de Buenos Aires sufrió nueve anegamientos en 50 días
Casi 20.000 libros,
grabados y mapas antiguos corren riesgo de perderse definitivamente si
no son rescatados y acondicionados. Tras la rotura de un caño por las
obras de peatonalización de la calle Esmeralda, la librería anticuaria
Helena de Buenos Aires sufrió la inundación de su sótano y hace 50 días aguarda una ayuda para resolver el problema.
"Necesito
ayuda para el salvataje de los libros. El agua ya se escurrió, pero
quedaron los daños. Implosionó el piso del sótano, se derrumbaron las
bibliotecas y muchos libros ya están afectados de colonias de hongos",
contó ayer a LA NACION Elena Padín Olinik, propietaria de la librería
Helena de Buenos Aires, de Esmeralda 882.En la vidriera, dos carteles avisan la catástrofe. En uno, apelando a la ironía y a un cartel oficial de "BA en todo estás vos", se añadió "Menos mal que estoy yo, ¡ja!". "He enviado cartas a Macri, a Rodríguez Larreta, a Lombardi, pero nadie me respondió", sostuvo afligida Padín Olinik, al señalar que desde el 9 de diciembre, cuando se produjo la rotura del caño, se sucedieron nueve inundaciones.
Helena de Buenos Aires sucedió a la librería L'Amateur, fundada en 1926, muy conocida por su calidad en ejemplares antiguos. "El sótano había sido diseñado especialmente para evitar daños, estaba encapsulado para que no sufriera ni inundaciones ni problemas de humedad. Pero la rotura del caño generó graves daños. El piso explotó, el agua dañó las bibliotecas y se vinieron abajo todos los libros", explicó Padín Olinik.
La dueña de la librería no puede calcular la magnitud del daño cultural y económico de este hecho. Estima que sólo para recuperar el mobiliario, el piso, las paredes y el sistema de iluminación del sótano de casi 70 metros cuadrados necesitará unos "300.000 pesos".
"Además de un espacio en el que pueda depositar los libros para evitar que se sigan degradando y luego, con calma, trabajar en su restauración, necesito ayuda para rescatarlos del sótano. Por la sucesión de inundaciones, es muy difícil permanecer allí dentro más de 15 minutos seguidos sin que comience el dolor de cabeza", sostuvo Padín Olinik, y pidió que quien quiera colaborar puede llamar al 4311-1491.
Triste por la situación y el silencio de las autoridades, admitió también que ya tuvo que tirar algunos libros "por el pésimo estado en el que se encontraban; imposibles de restaurar". Anoche, ante la consulta de LA NACION sobre la situación, el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, se comprometió a ayudar. "No se puede perder el patrimonio cultural", afirmó..
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