A COMER EN LUGARES QUE SORPRENDEN
LAS APARIENCIAS ENGAÑAN
El primer indicio de que se está frente a un lugar especial es su éxito: de lunes a lunes sus mesas se ocupan por familias y grupos de amigos. El segundo indicio es que reciben a los comensales con pan fresco y un rico escabeche de porotos y berenjena. El tercero y definitivo indicio lo da la pizarra con los platos del día: pechito de cerdo a la barbacoa, dorado a la parrilla, cordero, chivo, ranas a la provenzal y carpincho como parte de una posible lista.
“Ofrezco lo que me gusta comer a mí”, dice Daniel, alma mater desde hace 17 años de esta esquina de Paternal. Para lograrlo, Daniel emprende largos viajes por el interior del país en búsqueda de la mejor materia prima. “El surubí fui a comprarlo a una pescadería de La Paz, en Entre Ríos, donde lo desespinan por completo”. Sale a la parrilla o con una sabrosa salsa a base de verdeo, piel de limón y pepinillos.
Daniel fue por muchos años carnicero y certifica la calidad de las carnes que ofrece: bife de chorizo, vacío servido al punto pedido, chinchulines. Todo a precios muy amables, con porciones generosas, rondando los $ 80. Una parrillada para tres cuesta $ 180, la gaseosa sale por litro y medio y los vinos van de un López a $ 60 al pingüino de medio litro a $ 15.
Pito 4 (el nombre proviene de las fichas de dominó, el 1 y el 4 en la misma ficha, formando a su vez el 14, el borracho...) es algo trash, sí. Pero demuestra que una buena gastronomía no se hace con un decorador de interiores, sino a fuerza de pasión y trabajo. Todo, por $ 100 el cubierto. Billetera y estómago,contentos.
Pito 4 queda en Cucha Cucha 2601. Teléfono: 4583-2668. Horario de atención: de martes a domingos, mediodía y noche. Lunes, mediodía.
NEGOCIO PARA TODOS
“Mi abuela abrió Ott abrió hace 50 años; la propuesta fue creciendo, con hotelería, gastronomía, turismo, relaciones públicas. Y hace unos meses abrimos este lugar, pensando en nuestros alumnos”, cuenta Adela Salzmann, hija de la actual directora del instituto. “También aprovechamos el espacio para cursos abiertos a todo público, desde ‘vino y canto’ a un ‘happy hour literario’”, continúa. Liderando el equipo se encuentra Luciano García, profesor a cargo de la cátedra de pastelería. Y los recién graduados pasan por áreas como panadería, pastelería, cocina, servicio y planificación del negocio.
La propuesta gastronómica incluye un plato del día (por ejemplo, una pasta seca al estilo tailandés con langostinos), bagels de salmón ($ 60), quiches (pequeñas tartas individuales, como la de puerro y panceta a $ 45), ensaladas y algunos etcéteras. Pero el best seller de la casa es la pastelería, de un pain au chocolat ($ 7) a las crocantes cookies de chocolate y naranja ($ 3), de los macarons parisinos a la tarta de peras especiadas y crema de almendras (porción a $ 30, entera a $ 150), pasando por una deliciosa mousse de limón con maracuyá y biscuit de frutos secos (porción a $ 35, entera $ 160). El salón es pequeño, perfecto para disfrutar un café Nespresso o una infusión de Scent & Zest ($ 20). O para pasar y llevar al hogar los dulces y los panes caseros que se elaboran día a día: Zeppelin de centeno ($ 40), baguette clásica ($ 6) y focaccia ($ 40), entre más opciones.
El combo cierra por todos lados: para los alumnos, para la escuela. Y especialmente, para los vecinos de Zona Norte, que sumaron al barrio una gran propuesta de pastelería y panadería casera.
Ott Almacén Gourmet queda en Eduardo Costa 848, Acassuso. Teléfono: 4793-3285. Horario de atención: de miércoles a domingos de 8.30 a 20.30. Para averiguar sobre los cursos: 4792-1958.
Mucho más que pizza
Al entrar, lo primero que llama la atención es la barra, de madera lustrada, rodeada por un botellero de bronce. De allí salen recetas como el Ruby Jack (Jack Daniel’s, vodka, mango, sandía y jugo de pomelo, $ 70) o el Italian Rose (Campari, menta, jugo de arándanos y espumante, $ 70).
Más allá de los cambios, la pizza sigue siendo emblema del lugar: delgada, sale bien crocante del horno a leña. Son varias las opciones: clásica, de anchoas, calabresa, fugazzeta o la de campo (rúcula y queso de cabra a $ 180), entre varias más. Pero la gran novedad de Pizza Cero es que amplió su gastronomía con un menú segmentado por países. De España, por ejemplo, tapeos como el pulpo a la vinagreta y los boquerones marinados. De Italia, entradas como la burrata o la polenta frita. Y de los Estados Unidos, una Caesar Salad o una hamburguesa casera (80 por ciento, carne de vaca; 20 por ciento, de cerdo). Además, pesca del día a la vasca, ravioles caseros gratinados, ojo de bife con papines. El cubierto promedio ronda los $ 200, sin bebidas, cifra acorde al barrio y a la elegancia que ofrece. A fin de cuentas, se trata de Pizza Cero: una pizzería lujosa, que poco tiene que ver con el común de las pizzerías.
Pizza Cero queda en Av. del Libertador 1800. Teléfono: 4803-3449. Horarios de atención: todos los días de 12 a 24.
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