Saltó a la fama que el Papa Francisco, durante su
sacerdocio, dio misas en la Iglesia de San José de Flores, frente a Plaza
Pueyrredón, la que llamamos Plaza Flores. Ese era su barrio y Membrillar 154,
su antiguo hogar, es objeto de visita y veneración.
Para mí, el barrio está cargado de vivencias y las comparto.
Cada mes, día más, día menos, visito a Alfredo. Antes o después, paso por la
iglesia y rezo a Santa Cecilia.
El Dr. Alfredo González –Doctor en Bioquímica y Farmacia-,
experto en fitoterapia y salud alternativa está atendiendo con su linda familia
en Pedernera 140. Creador de la fitofarmacia, en la puerta, las letras
doradas anuncian Casa Argüelles, honrando la historia de la
herboristería con más de sesenta años en el barrio.
La iglesia tiene un pasaje a cada lado, Pescadores y Salala,
corren de Rivadavia a Ramón L. Falcón, una cuadra. Estas calles estrechas y
peatonales han albergado distintas instituciones a lo largo de los años.
En una de ellas, hace años, asistimos a una de las conferencias del Dr. Jorge
Esteves, el reconocido oncólogo. Esa conferencia es una buena carta de
presentación, Jorge transforma las cosas para mejor: la institución fue, en esa
ocasión, el comedor de Cáritas. En un horario en que estaba desocupado,
cumplida su asistencia diaria, dimos la conferencia. Jorge es médico
entregado a difundir salud, si se trata de cáncer o de cualquier otra
enfermedad seria, es la consulta primera. Un plus, su carisma y simpatía,
invita a estar sano. Actualmente está residiendo en Rosario, Santa Fe,
desarrollando el proyecto de lograr que la ciudad sea Capital del Turismo
Salud.
En Rivadavia entre Artigas y Bolivia está el consultorio de
la Dra. Graciela Manfredi, oftalmóloga, y cirujana especialista en retina,
número uno de nuestro país y reconocida internacionalmente. Elogiarla es fácil,
digo que yo le confío mis ojos.
En la esquina de Ramon L. Falcon y Pedernera está la
panadería y confitería La Palma, o sea te despachan el pan en un
ala y en otra te sirven café, tradicional en el barrio, elegante y de variada
propuesta. De los cafés que le gustan a Cristina.
En Yerbal y Bolivia está el café Quitito’s,
típico café cosmopolita de barrio, de los que uno toma como la sala de casa, un
lugar donde vengo a reencontrarme con un cartel que anuncia los bailes de la
década del 50 en Godoy Cruz y Santa Fe, Palermo, con la orquesta de Aníbal
Troilo Pichuco, enlazando dos barrios con sentido para mí.
En el barrio hay dos pescaderías. En Ramón L. Falcón y
Esteban Bonorino está La Rana. A su propuesta suma platos
cocidos, para tener en cuenta. Y en Pedernera y Juan Bautista Alberdi está El
Tiburón, típica pescadería de barrio, moderna y sostenida por clientes
fieles. Lo sé, visito ambas.
La iglesia es una de las que recorríamos en mi niñez con mi
abuela Lola y tía Elvira en la fecha de las siete iglesias. La Visita a Las
Siete Iglesias, rezando tres Padrenuestros en cada Iglesia, entre el jueves
Santo en la noche y el viernes Santo en la mañana, es una devoción cristiana.
En un collage para el Papa Francisco, este mi aporte con
recuerdos de lo que he vivido.
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