Actividades culturales y educativas enriquecen al GRAN BUENOS AIRES. Muchos turistas vienen a conocer la Ciudad de Buenos Aires y se alojan en casas de parientes o amigos, en la CABA o en el conurbano, cerca de otras manifestaciones culturales poco conocidas fuera de su localidad y las pierden por falta de información.
Este blog informa sobre el Gran Buenos Aires, su geografía, actividades culturales y noticias relacionadas.
Para dar nombrea este blog he condensado dos palabras al escribir GAZETILLA así con z.
Nuestro primer diario se llamó GAZETA DE BUENOS AIRES
Gacetilla es la noticia breve, habitualmente sobre cultura, espectáculos, recreación y esparcimientos.
En GAZETILLA DE BUENOS AIRES difundimos actividades y noticias del Gran Buenos Aires.
En la Ciudad Autónoma De Buenos Aires y en el conglomerado de partidos -Conurbano Bonaerense- con los que conforma el Gran Buenos Aires, hay una intensa y variada vida cultural de la que habitualmente no se dan noticias, gacetillas de interés para los visitantes, extranjeros, nacionales, e incluso para los mismos habitantes.
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domingo, 12 de enero de 2014
Turismo: Más extranjeros eligen la ciudad de Buenos Aires para veranear
Enlace
y reseña de la nota publicada en La Nación
Más turistas extranjeros eligen la ciudad para veranear
En su mayoría arriban de países limítrofes; los europeos destacan la oferta gastronómica y el tango
Hay unas
cuántas cosas que a Joshua Deybz, un viajero estadounidense de 34 años, lo
cautivan de Buenos Aires. "La comida es sabrosa, la oferta de cafés es
variada y el tango le da una tonalidad muy especial a la ciudad", dice en
la puerta de un hotel en Palermo donde se aloja con su pareja, Jessica Mills,
de 33. Es la primera vez que vienen a la Argentina y, a pesar del calor
agobiante, piensan recorrer las calles y cada uno de los puntos turísticos
durante la semana que estarán de visita, antes de viajar rumbo a las cataratas
del Iguazú, en Misiones.
Mientras
los porteños parten masivamente hacia los centros de veraneo, miles de turistas
eligen Buenos Aires como destino de sus vacaciones y aprovechan la tranquilidad
de las calles semidesiertas. Sólo entre enero y febrero de 2014, se espera la
llegada de más de 340.000 viajeros internacionales, según datos del
Observatorio del Ente de Turismo de la Ciudad.
Son, en su
mayoría, turistas provenientes de países limítrofes, como Brasil, Chile y
Uruguay, pero también europeos y norteamericanos. Toman clases de tango,
recorren la arquitectura de los barrios en colectivo, subte o bicicleta; comen
los platos típicos, hacen compras y disfrutan de la calurosa vida nocturna en
bodegones o bares.
Los
visitantes aprovechan para recorrer el centro porteño y la Plaza de Mayo, que
ofrecen una calma inusual al ritmo frenético que se vive durante el año.
Así
transcurren los días de Luis Miguel Merín y Jimmy Rangel, dos bogotanos de 26
años que vinieron a conocer la cultura porteña. "Caminamos por todos los
barrios que pudimos. La mezcla arquitectónica es lo más «chévere»; se puede
encontrar un edificio de estilo francés al lado de otro de estilo
español", dijo Merin. A su amigo le costó un poco más adaptarse:
"Venimos de conocer la Patagonia y todavía no me puedo acostumbrar al
calor. Por eso prefiero salir de noche que pasar el día caminando". dijo
Rangel.
Para
Barbara Bestmant, una alemana de 32 años que está de visita con Kei Bestmant,
su esposo de 36, "lo mejor en Buenos Aires es salir de compras". Una
actividad que, según el sitio de reservas hoteleras Booking.com, lidera los
intereses de los viajeros internacionales en la ciudad, además de la cultura
porteña y la oferta gastronómica.
Mientras
ella compra, él aprovecha para pasear y recorer los museos. "Me gustaron
las obras del Malba y, sobre todo, el Mamba", dijo, mostrando los folletos
que había recolectado en cada uno de ellos. Mañana planea ir al de Museo
Nacional de Bellas Artes, por recomendación de una curadora que conoció en las
exposiciones.
"Desde
que llegué no paro de comer bife de chorizo, entraña y empanadas", dice
Jeanna Flehart, una inglesa de 27 años. Su amigo, Simon Bewes, de 28, se animó
a probar el mate y hasta se compró uno para llevárselo de recuerdo.
Catalina
Cubillos, una colombiana de 24 años, no deja de comparar Buenos Aires con
Medellín, donde vive con su familia: "Acá todo vale casi lo mismo que
allá, pero encontré prendas mucho más lindas, con un estilo más moderno y
delicado. Llevo regalos para todas mis amigas, pero me los quedaría para
mí", dijo. Vino en un crucero con su abuela, Soledad Sánchez, de 65, quien
quedó encantada con la gente: "Me gusta cómo son y, sobre todo, la forma
de hablar. Presto atención a las conversaciones ajenas sólo por el puro placer
de escucharlos", comentó con una sonrisa.
Otros, en
cambio, que vienen con menos dinero, aprovechan las actividades gratuitas que
ofrece la ciudad: recorren edificios y esculturas, van a museos y ferias,
caminan por barrios históricos, pasean por la Costanera, se sacan fotos en los
lagos, puentes y cascadas del Jardín Japonés, hacen la visita guiada que ofrece
el Teatro Colón y toman sol en las "playas", inauguradas hace unos
días por el gobierno de la ciudad.
"Buenos
Aires nos resultó mucho más caro de lo que esperábamos; en Zurich vivir es más
barato. Por eso, cuidamos el dinero y tratamos de hacer actividades gratuitas o
al aire libre, como visitar centros culturales o leer en las plazas cuando baja
el sol. Pero también salimos a comer y al teatro", dijeron los suizos
Gabriel Grelger, de 31 años, y Sabina Frei, de 29.
Melisa
Soso, de 29 años, llegó de Chicago, Estados Unidos, con Joshwa Staintment, de
35. Juntos se alojaron en un hotel de Palermo, pero vinieron con más ganas de
descansar que de recorrer, porque tienen pocos días. "Me habían dicho que
la ciudad era muy ruidosa por el tránsito caótico, pero para mi sorpresa la
encontré tranquila y silenciosa. Aprovecho para caminar por el barrio donde me
hospedo y mirar las lindas casas que tiene", relata Melisa.
En la
paz del delta
Aquellos
que se cansan del ruido de la ciudad y del calor, optan por alquilar una casa o
departamento en el delta del Tigre, en la zona norte del Gran Buenos Aires.
"Volvimos de ahí ayer; me hubiera quedado varios días más porque realmente
me encantó. Aprovechamos para descansar, leer, escuchar música, andar en bote y
hasta hicimos una excursión de aves autóctonas", contó John Mijatovich, un
holandés de 24 años. Su amiga estadounidense, Carla Blanckship, de 23,
coincidió: "Jamás pensé que a tan corta distancia de Capital Federal
podríamos encontrar un lugar tan hermoso. La gente ahí es mucho más tranquila
que en la ciudad", dijo.
La llegada
de turistas extranjeros trae beneficios económicos y estimula acciones
culturales y sociales, según datos de la Organización Mundial del Turismo
(OMT).
En la
ciudad, esto se refleja en la demanda de albergues, hoteles, hostels y
alojamientos. "Estamos llenos y tenemos reservas hechas para casi todo el
mes de enero y febrero", aseguró Iván Ferreira, encargado de una hostería
en Güemes al 4800, en Palermo, uno de los barrios más elegidos por los
turistas.
También
Puerto Madero, San Telmo y Recoleta son áreas de mucha demanda. "El año
pasado, en esta misma fecha, tuvimos una gran afluencia de extranjeros. Ahora
creo que aumentaron un poco más las reservas y ya casi no nos quedan
habitaciones libres hasta marzo", dijo Joanna González, encargada de un hostel
en Guatemala al 4200, también en el barrio de Palermo.
La mayoría
de los turistas dijeron estar conformes con el alojamiento, sobre todo aquellos
que se animaron a hospedarse en barrios como San Telmo. "Reservamos por
Internet un hotel colonial en Carlos Calvo y Bolívar que nos encantó. Al
principio los precios me parecieron un poco caros, sobre todo porque antes
había estado en Bolivia y Perú, pero si lo comparo con Quito, donde vivo, el
cambio es más o menos igual", sostuvo Mauro de la Cueva, un ecuatoriano de
32 años.
La única
crítica del viajero a la ciudad fue que esperaba poder encontrar más boliches
abiertos. "Buenos Aires es famosa por su oferta nocturna que,
lamentablemente, no pude conocer porque las calles en esta época están vacías.
Seguramente voy a volver más adelante con unos amigos, para viajar por el
interior del país", dijo.
Tiempo libre en todos los idiomas
No se preocupan por el calor y recorren la ciudad Sabina y Gabriel, de Zurich La
pareja de suizos, de 29 y 31 años, dejó atrás el frío de Zurich y vino a
Buenos Aires para caminar, en ojotas, por las calles de adoquines de
Plaza Serrano, en Palermo. Hace dos días que llegaron y ya conocieron
varios centros culturales. Planean hacer una visita guiada al Teatro
Colón
John, de Holanda; Carla, de Estados Unidos, y Mauro, de Ecuador El
holandés, la estadounidense y el ecuatoriano llegaron hace cuatro días
al último destino de su recorrido, después de tres meses de viaje juntos
por América latina. Se despidieron ayer de la ciudad tomando una
cerveza en un bar. Planean volver y quedarse más tiempo
Melissa y Joshua, de Chicago Viajaron
desde Chicago, Estados Unidos, hasta Buenos Aires para conocer y
descansar. Les encanta la comida, salir a caminar y piensan tomar clases
de tango en el barrio de San Telmo. Aunque no hablan una sola palabra
de español, les gusta el acento de los porteños.
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