El Zoológico
de Buenos Aires cumple 124 años
Para hoy jueves 8 de noviembre a las 10
horas, frente al recinto de jirafas, se promete una gigantesca torta de
cumpleaños y se realizarán diversas actividades en el Zoológico de Buenos
Aires, al cumplirse 124 años de su inauguración.
Los festejos se desarrollarán en el recinto
de las jirafas, con alumnos de la escuela Lucas
Albarracín, caracterizando a algunos animales, cantarán feliz cumpleaños al
Zoo y soplarán las velitas de una torta especialmente preparada por el chef del
parque.
Se informó en un comunicado de prensa que los
niños
-
plantarán
un guatambú amarillo (Aspidosperma olivaceum), una especie autóctona de la
selva misionera, en homenaje a uno de sus grandes defensores, el naturalista
Juan Carlos Chebez, al cumplirse un año de su desaparición.
En 1875 se cumplía el sueño de Sarmiento y se
inauguraba el Parque Tres de Febrero con una sección Zoológica, aunque no
alcanzaba el nivel que una ciudad moderna merecía. En 1883 Carlos Pellegrini
escribía desde Europa
-
No
hay ninguna ciudad de mediana importancia que no tenga un Zoológico, que es el
punto favorito de reunión de multitudes.
Sarmiento continuó bregando y con la
separación de la Sección Zoológica del Parque Tres de Febrero, en 1888, se
inauguró el Zoológico de Buenos Aires. El maestro de América no llegó a verlo,
falleció dos meses antes.
Su primer director, Eduardo Ladislao
Holmberg, fue uno de los mayores naturalistas del país. Estuvo al frente del
Zoo porteño durante 15 años y su obra fue continuada por Clemente Onelli,
romano y compañero del Perito Moreno Francisco P. Moreno con quien aprendió
primero el araucano y luego el castellano. Ambos directores, con sus diferentes
orígenes, vertientes y estilos, impulsaron, dentro de la ciudad, la
conformación natural, artística y arquitectónica que al día de hoy nos deleita.
Desde sus orígenes, el Zoo participó
activamente en el desarrollo social y cultural de la ciudad de Buenos Aires y fue
pionero en exhibir especies nunca vistas en nuestro país, en tal marco
arquitectónico y artístico único en Argentina. Este capital cultural convirtió
al Zoo, emblema porteño, en Monumento Histórico Nacional en 1997.
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