II/II Juan Maldacena y la humildad argentina
Juan Maldacena fue galardonado la semana pasada con el premio de la Fundación del millonario ruso Yuri Milner, que empezó a reconocer a investigadores en física fundamental con ideas que aún no han sido corroboradas. Es el premio académico que más dinero otorga en el mundo, triplicando al premio Nobel.
Pero premios y méritos no mellaron su humildad típicamente argentina –sí, nuestra fama mundial es de ser creídos, pero esa condición coexiste con el rasgo de humildad en muchos argentinos notables, el maestro Ángel Liñán y Ángel Zarza daban fe de ello con su presencia-. Ayer, cuando unas ochenta personas hacían cola en el Instituto de Astronomía y Física del Espacio -dependiente del Conicet y la UBA- para escuchar su disertación, llegó Juan Maldacena y se sumó a la espera sin pedir que lo dejaran pasar, hasta que una astrofísica, colega suya, lo descubrió y le facilitó el acceso.
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