La Nación ha publicado este reportaje a las autoras del libro que reune historias del Palacio Barolo, que en el sistema de referencias de los porteños, también llamamos el Pasaje Barolo, aludiendo a que une Avenida de Mayo con Hipólito Yrigoyen.
Viernes 16 de agosto de 2013 | Publicado en edición impresa
Viernes 16 de agosto de 2013 | Publicado en edición impresa
Cultura urbana
Los secretos del Barolo, contados en un libro por dos diseñadoras que trabajan en su piso 15
Las autoras ocupan una oficina en el emblemático edificio desde 1993
Los encargados de
mantenimiento del Palacio Barolo aseguran que en el edificio hay
fantasmas. No lo dicen abiertamente ni a los desconocidos, porque saben
muy bien que no cualquiera podría aceptar una historia semejante. Para
ellos, los únicos capaces de entender su secreto son aquellos que viven o
trabajan desde hace décadas en el edificio. Como Valeria Dulitzky y
Julieta Ulanovsky, las diseñadoras del estudio ZkySky, que ocupan una
oficina del piso 15 desde 1993.
Buena parte de la vida de Valeria y Julieta pasó y pasa
entre los muros del que entre 1923 y 1935 fue el edificio más alto de
Buenos Aires, un auténtico monumento al misterio codificado en clave
literaria, esotérica y astral. Construido por el arquitecto Mario
Palanti a pedido del empresario textil Luis Barolo, el rascacielos
representa un homenaje de 650.000 kilos de acero y 3 millones y medio de
ladrillos a La Divina Comedia , la obra cumbre de Dante
Alighieri, el autor preferido de Palanti. Dividido en tres partes y con
una estructura que se corresponde de manera exacta con las estrofas, los
cantos y los versos del clásico de Dante, el rascacielos es parte
insoslayable del patrimonio cultural porteño. Pero su voz más íntima
sólo les habla a quienes lo habitan. Por eso, las dos diseñadoras
crearon Divino Barolo , un libro en el que recogen todo lo que
han visto, escuchado y descubierto en ese enigma urbano desde cuyas
alturas un faro de 350.000 bujías ilumina la ciudad.Según sus autoras, el libro (en proceso de financiación colectiva a través de la plataforma Idea.me) "va dirigido a los profesionales de las artes visuales, viajeros, paseantes, atentos observadores urbanos, poetas, magos, estudiantes y todos aquellos sensibles a las bellas formas". Se trata de un proyecto que ellas llaman de "rescate emotivo", en el que se combinan la reivindicación del patrimonio, la crónica de la vida diaria en un espacio único y la relectura del pasado. "Es raro que en una ciudad como la nuestra, donde abunda aquello que consideramos patrimonio, no se valoren tanto los predios importantes por su valor histórico -dice Ulanovsky-. Hay un montón de librerías, peluquerías, cafés y edificios de toda clase que esperan ser redescubiertos, más allá de las modas o los aniversarios que sirven de excusa para homenajearlos. A veces parecería que nos olvidamos de ellos, en pos de una modernización que en definitiva no es tal."
La originalidad de Divino Barolo consiste en que sus autoras son parte de la fauna humana del edificio, y Ulanovsky sabe que buena parte de su trabajo en el libro consistió en transmitir sus vivencias. "Trabajar en el Barolo nos convirtió en personas más responsables -señala-. Aprendimos a ser muy cuidadosas y discretas. Antes no éramos así, es una lección que asumimos al ser parte de un lugar con tanta mística."
Otra de las novedades del proyecto es que el financiamiento de su edición correrá por cuenta de la plataforma de crowdfunding Idea.me. "Al ser sobre algo que es parte de la ciudad, se nos ocurrió que una buena manera de sacarlo a la luz era involucrando a los porteños", dice Ulanovsky. Hasta ahora, Divino Barolo logró el 35% de su financiamiento, y todo aquel que quiera aportar puede elegir su recompensa en http://idea.me/proyectos/9245/divinobarolo ..
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